The Sun also Rises

O simplemente Fiesta, en su traducción al castellano. Así es como se titula el libro de Hemingway donde se relatan las peripecias de un grupo de americanos en Pamplona por San Fermín. Libro del que todo pamplonés ha oído hablar mil y una veces y que no sé cuántos de nosotros habremos realmente leído. Desde este domingo ya puedo decir que yo sí, para bien o para mal. Confieso que sin proponérmelo, pues fue una sugerencia. Es curioso que haya tenido que venir a este país para hacerlo. Supongo que la nostalgia era el empujoncito que faltaba para lanzarse.

A pesar de la idea preconcebida que uno pueda tener, la historia que se relata no es exclusivamente sobre Pamplona y las fiestas. Es sólo el escenario de la segunda mitad de las aproximadamente 220 páginas de la edición que yo he leído. París, San Sebastián y la pesca en el Irati tienen también su parte. Debo reconocer que me ha sorprendido, gratamente, porque la fiesta que Hemingway nos presenta no rechina y resulta de lo más familiar. Muchas de las escenas, momentos (momenticos), imágenes que se describen son los que cualquiera de nosotros hemos vivido un montón de veces. Y el libro se escribió en los años 20, que de eso hace un rato... En fin, que vista la importancia que se le ha dado al personaje en Pamplona, la lectura parece obligada para todo buen sanferminero. Yo lo recomiendo.

Total que me he enrollado a hablar del libro cuando tampoco quería. Este libro lo saqué de la biblioteca local y lo que de verdad quería dejar como anécdota era la foto de la confidencia que alguien había dejado en la primera página. Leed la respuesta también.

Dice algo así como:
Este libro viajó a Pamplona, España, el 8 de julio de 2003. Los lectores de este libro experimentaron el regocijo del encierro. Dejamos aquí el panfleto "El Encierro" para vuestro disfrute. Hemingway dijo que correr es algo que todo hombre debería hacer. ¡Disfrutad!

Respuesta (0tr0 lector):
Este libro viajó de la biblioteca a nuestra habitación y de allí al baño y después al salón y de vuelta al baño de nuevo. Dejamos aquí un trozo de papel de water para vuestro disfrute.

Tanto el panfleto como el papel de water estaban dentro del libro cuando lo cogí.

Ironías

Teniendo en cuenta los tiempos que corren, no puedo evitar una sonrisa cada vez que paso por delante de esta señal de tráfico. Qué le vamos hacer. Por fin este fin de semana pude sacarle una foto.

La señal está en la George Washington Parkway, en dirección norte desde Arlington hacia la interestatal 495 que circunda DC. Indica la salida a la sede central de la CIA.

Lorenzo al detalle

El Sol visto por unos ojos muy especiales.

Lo que se ve arriba es una animación de imagénes de la corona solar, tratadas con una técnica que se llama wavelet, que realza los contrastes, permitiendo distinguir muchos más detalles a diferentes escalas. Los resultados son increíbles. Sobre todo para los que estamos acostumbrados a ver y trabajar con las animaciones que no han sido tratadas.

Con animación no quiero decir simulación. Las imágenes son reales y fueron tomadas por el satélite SOHO, en concreto el instrumento EIT.

De la corona solar ya he hablado antes aquí.

Once

Once. La he visto definida como musical contemporáneo y la verdad es que es precisamente ésa la sensación que me quedó tras escuchar la primera de las varias canciones completas que suenan y se representan en la película. Porque no he dicho que es una película irlandesa, independiente, hecha por 120000 euros, rodada cámara en mano, sin permisos, en zonas emblemáticas de Dublin: Grafton Street y aledaños, St Stephen's Green... que a mí me trajo gratos recuerdos. Película que se presentó este año en Sundance con éxito.

Es una historia de amor, pero de las de verdad, no edulcoradas. Mucho mejor y fiel reflejo de la sociedad actual que lo que normalmente ofrecen sus alternativas hollywoodienses, que no yanquis, no confundamos. La música es parte primordial y está basada principalmente en canciones de The Swell Season, grupo formado por Glen Hansard (vocalista de The Frames) y Marketa Irglova, a la postre protagonistas de la película, lo que le da más verosimilitud, naturalidad y fuerza a las escenas musicales. Es altamente recomendable para todo buen aficionado al cine, y muy especialmente para los que estén interesados en la música en general y el proceso de creación.

Es curioso que a The Swell Season tuvimos la oportunidad de verlos hace unos meses como teloneros de Damien Rice (ver entrada anterior) sin conocer toda la historia de esta película que había detrás. En el preestreno, que vimos ayer, también estuvieron, junto al director, y además de responder a algunas preguntas cantaron en directo un par de canciones. Nos atrevimos a grabarles un poco. No se ve nada por la falta de luz, pero la música, que es lo que cuenta, es buena muestra de lo que la película y su banda sonora puede dar de sí. No os la perdáis, merece mucho la pena y es diferente a todo lo que se nos suele ofrecer normalmente.

Vajilla musical

Todos hemos hecho sonar alguna vez un vaso de cristal frotando el borde con un dedo mojado en agua. Pues mirad de lo que es capaz este hombre. Lo vimos el lunes en el Waterfront de Alexandria deleitando a un grupo de turistas alemanes.