2006/04/24

Una de béisbol

El béisbol tiene fama entre los europeos de deporte aburrido, así que quise comprobarlo y me fui a ver un partido al RFK Stadium. El equipo de casa, los Washington Nationals, recibía a los Atlanta Braves. Subjetivamente, puedo decir que el partido, que duró tres hora y quince minutos, me pareció aburrido en términos generales con algún rato más emocionante, aunque disfruté de la experiencia en sí y repetiré. Con buena compañía, la tranquilidad del partido permite charlar, disfrutar de una tarde soleada y escuchar y fijarse en los elementos más carismáticos entre el público.

De todas formas, y volviendo a la misión que traía de casa, no puedo resistir poner esta foto que creo saciará la curiosidad de la mayoría. Es la respuesta más objetiva (siempre buscando esa utópica objetividad) a una percepción subjetiva. Y puesta delante de mí, tan cerca como un fila por delante. Obsérvese el crucigrama que rellena el más acérrimo y veterano de los fans. Y lo que llama la atención, no es sólo el hecho circunstancial de que lo pillara en ello, sino el acto consciente que supone traerlo desde casa sabiendo que uno lo va a necesitar. Es más, acompañado de una tablilla para apoyarse, recurso al que sólo puede recurrir un aficionado resabido y habitual, que sabe de las incomodidades de resolver estos asuntos sobre la rodilla. No dicen que una imagen vale más que mil palabras... Pues ahí van dos.


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