Vaya semanita de cine. Creo que no he mencionado en ningún post anterior la existencia de la Sociedad de Cine de DC (
DC Film Society). El nombre es autoexplicativo y sin entrar en grandes detalles que no importan y se pueden encontrar en su web, el ser miembro supone tener derecho de asistencia a pre-estrenos de películas unos días antes de su aparición en las carteleras. Todo ello gratis una vez se ha pagado la correspondiente cuota anual: $40. Vamos, un chollo para cualquier cinéfilo, porque suele ofrecerse un mínimo de un pre-estreno por semana (en promedio) y hay semanas que puede haber hasta cuatro o cinco. Películas las hay de todos los tipos: desde la comercial
Borat, pasando por la última de Will Smith o George Clooney, una en 3D en el museo de Ciencias naturales o una española/mexicana agasajada por las críticas:
El laberinto del Fauno.
Uno no puede ir siempre, pero esta semana ha sido más movida de lo habitual y he visto varias: la española recién citada,
The Painted Veil (Edward Norton y Naomi Watts),
Sharks 3D (en el Imax) y
El Perfume. Casi nada. De las últimas, ninguna es imprescindible, aunque
The Painted Veil se deja ver y la fotografía es interesante. Si te atrae
El Perfume, lee el libro primero. Es un libro muy recomendable, que a mí me encantó cuando leí hace años. Ver la película primero lo echaría a perder. La película, sin haber leído el texto, creo que queda un poco coja, lo habitual en una adaptación, y tiene escenas un tanto ridículas, que hicieron reirse (e incluso irse) a varias de las personas que había en el pre-estreno. Si has leído el libro, entonces sí recomiendo verla, aunque sea en video, por saciar la curiosidad de ver cómo se trata el tema de los aromas desde el punto de vista visual.
Me quedo ahora con
El laberinto del Fauno. Sin ninguna duda, una de las películas del año. La base de la historia es fantástica, género que no suele atraerme especialmente, pero con un gran componente de drama convencional por la temática, que no por la maestría con que se trata y entremezcla todo. Muchos simbolismos, algunos evidentes, otros no tanto, pero que tuvimos la suerte de escuchar de boca del propio director (Guillermo del Toro), que apareció durante los créditos. De forma irónica comenzó con un:
What do you think of this Christmas movie? (risas). Película de Navidad por las fechas de estreno, pero en absoluto para niños. Tiene dos de las escenas más violentas que yo haya visto. Como nunca me ha gustado desvelar una película a alguien que no la ha visto, lo dejo aquí. Al fin y al cabo, ya he hecho mi labor de propaganda, que es por lo que nos invitan a estos pases. Lo dicho, no dejéis pasar esta pequeña joya, tan poco habitual en su género dentro del cine en español.
Ahora que es período navideño, juguemos con nieve. Es cierto que este año no hay mucha con la que jugar (por qué será), así que hagámoslo metafóricamente. Tenemos una bola de nieve y hay que deslizarla por la colina para que se haga más grande. Empiezo yo y a ti te toca empujar después. A ver si conseguimos participar todos.
La bola de nieve no es más que una verdad incómoda, tal y como la define Al Gore. O inconveniente si hacemos la traducción literal. Sí. El cambio climático. Las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre están provocando un cambio a nivel global en la atmósfera terrestre y son muchas las consecuencias a no muy largo plazo. En nuestra mano está el pararle los pies. Sólo tienes que empujar la bola y una vez que ruede, dejar que su huella influya en tus costumbres. Aunque sea incómodo o inconveniente. De eso se trata.
